Hoy, quiero compartir con vosotros un poco de misterio, un poco de miedo.- miedo, que lo podemos definir como la emoción más intensa y más antigua que se le conoce al hombre, y el más intenso de esos miedos, se produce cuando nos encontramos con el miedo hacía lo desconocido. Cuando cualquier tipo de fenómeno no es comprensible a la razón.
Nunca os ha parecido ver, o imaginar, o sentir esa presencia cerca de vosotros, yo pienso que todos de una manera o de otra, hemos vivido experiencias paranormales, osea hemos vivido momentos que se escapaban a nuestro razonamiento por tanto hemos sentido auténtico miedo o pavor.
El mundo del cine, ha recreado en cientos de ocasiones películas, que nos narraban historias que conseguían que saliéramos del cine mirando hacia todos los lados y con una sensación en el estómago de intranquilidad. Todas esas historias que cuentan en el cine, tienen su base en leyendas populares que se explican en pueblos, pequeñas capitales; cuentan su historia, cuentan su leyenda y de esa forma dejan una profunda huella en la memoria colectiva.- Desde luego, existen casos y casos, y existen leyendas y leyendas, pero como decía un gran amigo mío "haberlas haylas", existir historias ciertas y con tal fuerza, que son capaces de con sus contenidos transportarnos a los más oscuros recovecos de nuestra mente, produciendo de esta forma en nosotros sensaciones de ignorancia-temor-miedo a lo que no conocemos-pavor.
Fijaros que el retrato de una monja con cara de pocos amigos y que aparezca digamos en un lugar poco habitual, ya puede producir en nosotros un desconcierto total, en nuestra mente se agolparán una serie de preguntas, que al no poder ser respondidas, cuando nuestra razón no encuentra explicación ante un hecho, el desconcierto empezará a convertirse en el miedo a lo desconocido.
No podemos dar en este comentario una respuesta a nada, ya que por desgracia no nos encontramos en posesión de ninguna verdad, lo que sí podemos decir es que el que subscribe, cree firmemente en que están entre nosotros, que viven entre nosotros y diría aún más cuidan de alguna manera de nosotros.- desde luego, no podemos verlas, verlas en el sentido que nosotros entendemos por ver, osea con los ojos, pero si podemos verlas con el corazón, hay personas que poseen el "don" de tener mucha más nitidez cuando perciben una de estas presencias y hasta pueden comunicarse con ellas, otras en cambio son reacias totalmente a aceptar este tipo de fenómenos, los consideran como tonterías sin sentido y se permiten criticar a las personas que si se toman en serio el trabajo de averiguar más cosas de las presencias: estos también las veen igual que todos pero la parte de razón que aplica su mente se niega totalmente a aceptarlo simplemente porque no tiene explicación ninguna.
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